Bienvenid@s

Este espacio ha sido creado para aquellos que no conozcan el motivo por el cual decidí emprender Mi lucha contra la usura. Se hizo una recopilación de los primeros textos publicados hace cuatro años y se les ofrecen para que, si alguien no los ha leído, puedan saber cuál fue el origen de todo, ya que mucho se ha dicho sobre que mi identidad es ficticia, que no soy deudora o incluso que alguien me paga para que ataque a los bancos.
Sobre todo, este espacio se ha creado para que si alguna persona vive acechada por algún prestamista, tenga algunas herramientas para defenderse.


La forma de leer la totalidad de los artículos es la siguiente:

1. Se comienza por la página principal, hasta arriba del blog y se continúa en donde dice "entradas más antiguas". Esto porque blogger sólo permite un máximo de 20 páginas.

Espero que lo aquí escrito le sirva a muchas personas para no vivir una situación similar.

Mar Morales

domingo, 3 de marzo de 2013

Escribo, escribo, escribo...


Esos meses de cierta "tranquilidad" me sirvieron de reflexión. Ya sabía, o al menos, quería saber, que los usureros cometían un delito con sus prácticas, pero ese delito era como algo oscuro, encubierto, turbio y que para acusarme a mí de algo, tenían que reconocer su parte de culpa. O quizá no reconocerla, pero se habían dado cuenta que no me doraban la píldora tan fácilmente.

En ese impasse decidí escribir mucho, un poco para mí, un poco para pedir ayuda y saber qué me esperaba si ese pagaré no regresaba a mis manos.

Sé que en el estado de Veracruz, lugar donde ocurrió todo esto y donde viven los agiotistas que protagonizan esta historia, la usura está penada. Lo leí en la versión digital de un medio local y supe que podía exponer mi caso ante los representantes del gobierno del estado. Fue entonces cuando le escribí a Hugo Vega Morales, Coordinador General de Asesores de la Secretaria de Gobierno del Estado de Veracruz.

Le expuse paso a paso cómo había caído en manos de los usureros por no aguantar la presión de las deudas bancarias. Pensé, alguien debe de leerme y esta fue la carta que le envíe a su página digital:


Estimado Sr. Hugo Vega Morales:

"Mi nombre es Mar..... soy originaria del estado de Veracruz y durante más de un año he vivido el siguiente problema con un usurero y su esposa.

Debido a las deudas bancarias que contraje, y que por supuesto no niego y que pienso pagar, tuve que recurrir a un préstamo con este señor, de nombre .... y con domicilio en.... de la ciudad de Veracruz Llave. Durante meses le cubrí el interés semanal de cinco por ciento (mucho más de lo permitido por la ley) e incluso le pagué el capital en más de una ocasión sin conseguir que mi pagaré fuera devuelto; por el contrario, lo único que he recibido de esta persona y su esposa son amenazas de cárcel y me han amedrentado con llevarse mi caso a un juzgado y acusarme de fraude. Por motivos familiares muy serios, tuve que viajar a la Ciudad de México y desde aquí, he recibido llamadas, mails e insultos por parte de la esposa. Le he hecho depósitos a su cuenta para poder tener algún modo de comprobar los negocios turbios a los que se dedica, ya que, por desgracia, no tengo prueba alguna para la denuncia. Sé que los que ambos hicimos está mal, yo por pedir prestado a un particular y ellos por no quererme regresar el documento. Cuando quise presentar mi caso ante la justicia no fue aceptado por falta de pruebas y quedé ante la total indefensión frente a estas personas. No sé qué hacer ni a dónde dirigirme. Sé que con un pagaré firmado puedo ser acusada por ellos y la que quedaré ante la ley y la sociedad como delincuente seré yo.
Mi estancia lejos de mi ciudad se ha prolongado por tiempo indefinido y esto me angustia aún más, pues puede considerarse que he huído, lo cual no es cierto. Mi domicilio particular y todas mis cosas se encuentran en aquella ciudad, es todo mi patrimonio mismo que puede ser acabado en manos de estas personas.
Sr Vega Morales, le pido de verdad me oriente y me diga qué debo hacer para recuperar mi pagaré. No soy delincuente, soy una mujer profesionista, madre de familia que está metida en un problema serio y vive en una situación incómoda. Dígame los pasos a seguir y lo haré.
Agradezco infinitamente su atención y sé que pronto obtendré una respuesta.
Quedo a sus órdenes
P.d. Le anexo los comprobantes de los pagos que le hice y los mails recibidos por esta persona. no tengo más para probar lo aquí escrito".
Esta carta la envíe el pasado mes de febrero y a la fecha no he recibido contestación alguna. Le hice llegar una copia al gobernador del estado, y tampoco contestó. Sé que quizá lo expuesto pareciera una trampa de mi parte, una especie de venganza de alguien que se fue con el dinero y no quiso pagar. No es mi caso. Durante meses he luchado, desde mi trinchera, contra la usura esperando de verdad que algún día se acabe y que se detenga la angustia, la incertidumbre, la desesperación de miles de personas que debido a la situación que atraviesa nuestro país, hemos tenido problemas financieros muy serios.
Tengo la esperanza de que en algún momento, estos abusos acaben. También esperanza de que en algún momento, esta carta tenga respuesta. Y lo espero, en verdad, no sólo por mí, porque yo, al final de cuentas, estoy aquí sentada compartiendo mi experiencia con ustedes, al lado de mi familia, viendo crecer a mi hija y saliendo adelante de los problemas. Espero una respuesta porque muchos, miles quizá, en este momento están pensando en acabar con su vida debido al estrés y la desesperación que ocasiona en los deudores el acoso de prestamistas particulares y los despachos de cobranza.
No sé cuando obtenga una respuesta, no sé incluso si algún día la reciba. Pero aquí espero y seguiré escribiendo para que no exista una historia más como la mía de abusos por deudas. Y como no pierdo la fe, al momento de publicar este post, estoy reenviando de nuevo esa carta para que llegue a sus destinatarios. Sigo esperando por mí, espero por miles. Yo tengo tiempo y vida para hacerlo, por eso espero..

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